miércoles, 14 de mayo de 2014

Resultados y conclusiones


En las entrevistas fue posible constatar que cuando se les pregunta directamente a estas mujeres de la posibilidad de discriminación, ellas enseguida contestan que no, pero después de un brevísimo momento de reflexión, o al terminar la grabación, reconocen que sí llega a haber algunos comentarios discriminativos de los clientes, algunas insinuaciones y faltas de respeto, que parecen de poca importancia y que sería interesante indagar un poco más a fondo, ya que podría ser un tipo pasivo de discriminación, o bien, que es tan común que suceda que no lo sienten específicamente como segregación. Para algunos de los clientes, tanto hombres como mujeres, la presencia de las cargadoras de gasolina les sigue provocando un poco de desconfianza, sobre todo cuando de revisar  alguna cuestión de tipo mecánico se trata.
Otro foco de atención que surge de la investigación, es el que se refiere a los riesgos de salud que corren estas trabajadoras. Aunque aparentemente no se quejan de algún problema de salud, al momento de ser interrogadas en este aspecto, mencionan que si alguna de ellas está embarazada, la “tienen bebiendo leche y dulces todo el turno por la cuestión del plomo”. No se detectó algún método para protegerlas de los vapores que respiran durante las horas de trabajo, ni se mencionó en algún momento que se hagan alguna revisión periódica que pudiera prevenir alguna afectación por la exposición continua a estas sustancias volátiles. Al observar sus manos, se pudo ver que la piel está ceniza y áspera. Es importante recordar que estos empleados, hombres y mujeres, laboran sin un contrato de trabajo firmado que los respalde, poniendo en riesgo su vida sin cobrar ningún salario. Con este tipo de empleo informal, los dueños de las gasolineras se desentienden de sus empleados, a pesar de que este trabajo está considerado como un empleo de alto riesgo, y estas personas no cuentan con seguro social.
Algo en lo que coincidieron estas trabajadoras es que los horarios en los que trabajan les dan cierta libertad para poder atender los asuntos domésticos, entre ellos la crianza y cuidado de los hijos, así como las labores del hogar, lo cual señala abiertamente que, a pesar de que cumplen con un horario de trabajo de ocho horas, siguen atendiendo las cuestiones que antiguamente se consideraban propias de las mujeres que no trabajaban y en el caso de las entrevistadas, solamente cuentan con el apoyo de sus padres en la supervisión de sus niños mientras ellas están en su trabajo.
También cabe señalar que el nivel de estudios de las despachadoras de gasolina objeto de este estudio, puede determinar de alguna manera que las condiciones y las prestaciones de un mejor empleo no sean accesibles.

No obstante que la participación de las mujeres en tareas que antes se consideraban exclusivas de los hombres, y a pesar de que ellas dicen estar contentas, se considera que es necesario hacer conciencia de los riesgos que corren y de las prestaciones laborales que podrían reclamar, al menos en el rubro sanitario.
Las condiciones de vida de las personas que trabajan despachando gasolina no son tan malas como uno puede imaginar antes de conocerlas. A pesar de que no tienen seguro médico ni prestaciones de ningún tipo y de que no gozan de un sueldo fijo, viven bien con lo que ganan de sus propinas. Ganan casi lo mismo que una muchacha limpiando una casa y es un trabajo que como dice una de las entrevistadas, es digno y le da para sacar adelante a sus hijos. Del mismo modo, es un trabajo que por lo que me dijeron mis informantes, acomoda a muchas mujeres que tienen niños porque les da la oportunidad de convivir con ellos en las tardes por lo menos dos semanas al mes.
Así mismo, las mujeres que despachan tienen mucha flexibilidad en cuanto a vacaciones y días de descanso. Si sus hijos se enferman o las necesitan por alguna razón, ellas pueden faltar al trabajo y no tener tantos problemas como los tendrían en cualquier otro empleo. A pesar de que hay gente que no les da propina, lo mismo sucede con sus compañeros del sexo masculino.


lunes, 12 de mayo de 2014

Artículos periodísticos que hablan sobre las mujeres que trabajan despachando gasolina


La mujer que alimenta 80 coches por turno

“Corina y otras dos mujeres despachan en una gasolinera del periférico de la ciudad. Con un oficio que hasta hace unos años era sólo para hombres recibe 550 pesos semanales, hasta 300 diarios de propinas (…).”

Rompen 70 empleadas tabú como despachadoras de gasolina

“Yo cuando estaba más chavilla iba con mi tío en su carro a cargar gasolina y siempre le decía: ‘Un día de éstos voy a trabajar en una gasolinera’, y él me contestaba: ‘Estás loca, es cosa de hombres’. Le respondía: ‘Va a ver”.

Cada vez más mujeres trabajan en gasolineras de la entidad

“Por ser consideradas como el valor laboral más importante y por su alto grado de responsabilidad cada vez es mayor la cantidad de estaciones de gasolina que dan empleo a mujeres como despachadoras de combustible (…).”

Emplean a mujeres en las gasolineras

“En los últimos años la capacidad, honestidad y atención que brindan las mujeres en el puesto de trabajo en el que se desempeñen, ha empezado a ser reconocido”

¿En dónde están las mujeres mexicanas?

“Dicen que para la mujer ‘no hay imposibles’ y esto parece no ser una simple declaración. Ya sea por necesidad, gusto o deseos de superación, el llamado sexo débil ha dejado de serlo desde hace ya algunos años, para convertirse en protagonista de un sinfín de historias que, para muchos, eran impensables.”

Artículos sobre la segregación ocupacional


Segregación en el empleo por sexo

“La expansión de la economía y los cambios en la estructura industrial nacional en los años ochenta dieron como resultado un incremento y una diversificación de las oportunidades ocupacionales, lo que permitió una incorporación creciente de mujeres.”

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Género, trabajo y exclusión social en México

“(…) La persistencia de ocupaciones tipificadas como femeninas y masculinas es otra de las manifestaciones evidentes de los procesos de exclusión socioeconómica que sufren las mujeres en el mundo del trabajo.”

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Segregación ocupacional por razones de género en el Estado de México

“La segregación ocupacional significa desigualdad en la participación de la población en el mercado de trabajo.”

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La mujer mexicana, víctima de discriminación laboral y salarial

“Pese a que la población femenina representa 33 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), todavía enfrenta graves problemas de discriminación y segregación laboral y salarial (…)”

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¿Existen aún trabajos sólo para hombres o para mujeres?

“Las profesiones ‘femeninas’ suelen ser menos atractivas, con sueldos más bajos, menor posibilidad de promoción y mayor inestabilidad que las ‘masculinas’.”

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